Cascadas del Huéznar.
Llegamos a Cazalla de la Sierra y aparcamos el coche junto a un parque infantil que hay a la entrada del pueblo. Cogimos nuestros bártulos y empezamos a buscar el comienzo de la ruta. Menos mal que vimos a dos ancianos muy amables a los que preguntamos, que si no... Había que cruzar el pueblo entero y seguir unos ocho kilómetros en coche, hasta llegar a la antigua estación de Ferrocarril.
Aparcamos justo antes de entrar en el puente de los 3 ojos que cruza el río en ese lugar. Lo atravesamos y seguimos por la carretera de Constantina casi un kilómetro hasta llegar a unas señales que nos avisan del comienzo de nuestra ruta.
Al principio es una senda ancha que coincide con la cañada Real Ribera del Huéznar y que discurre junto al río Huéznar hasta llegar un área recreativa justo después de un pequeño aparcamiento que es el kilómetro cero de la ruta. La vegetación de ribera se desarrolla con mucha potencia a nuestra izquierda, donde aparecen fresnos, álamos, chopos, sauces y alisos en un perfecto orden natural. En la parte derecha se abre una dehesa de encinas y alcornoques con pastizal para el ganado.
La senda empieza a alejarse algo del río y nos vamos cruzando con ciclistas que nos van a ir acompañando a lo largo de todo el camino. Al llegar al kilómetro 4 nos encontramos un pequeño puente para descansar y hacernos una bonita foto. Justo en ese momento entramos, girando a la derecha, en la antigua vía férrea,
ahora transformada en un carril asfaltado, que nos va a acompañar hasta el final del camino. Al término de cada tramo, cuando se va cruzando con la carretera, podemos ver las traviesas de madera que nos recuerda cuál fue su disposición original. Las vistas son preciosas, a derecha y a izquierda. Casi todo el trayecto vamos acompañados de una carretera que va a llegar hasta el monumento natural que vamos buscando. Cruzamos el típico puente ferroviario de hierro, una dehesa repleta de encinas y habitada por cerdos que buscan inquietos las bellotas que se esparcen por todas partes. A cada kilómetro, encontramos un banco en los que reponer fuerzas y descansar de la dureza del camino.
Justo después de llegar al kilómetro diez, se nos aparece un precioso túnel de 114 metros de longitud, conocido como de “Los Molinos”. A la salida del túnel, continua la vía verde, pero nosotros seguimos a mano izquierda desde donde parte un carril, y de este, a unos veinte metros, una pequeña senda sin señalizar que recorre el margen izquierdo del río Huéznar. Tras unos metros llegamos al Monumento Natural
Cascadas del Huéznar.
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