domingo, 20 de abril de 2014

Fin de semana en Antequera



Llegamos a Antequera a las 10,30 de la noche. El hotel Coso viejo está en la calle de la Encarnación. Es un hotel muy céntrico y encontrar aparcamiento es toda una odisea. Al final tuvimos suerte y encontramos uno en la plazuela que hay delante de la iglesia del Carmen.
Antequera es un pueblo bonito, más grande de lo que esperábamos. pero su centro monumental está muy recogidito y fácil de ver. Empezamos nuestra ruta por la iglesia del Carmen. Desde su mirador se ve con toda claridad la peña de los enamorados, una montañita que simula la cara de un indio mirando hacia arriba. Tiene, como todos los paisajes curiosos una leyenda de amores entre moros y cristianos.

La alcazaba está estupendamente conservada. Como todas se haya enclavada en el punto más alto del pueblo. Llegamos muy temprano y todavía estaba cerrada al público. Por eso decidimos seguir nuestro paseo por el centro histórico. la Real Colegiata, las iglesias de San Sebastián, de Santiago, de Nuestra Señora de los Remedios...
Pero si Antequera es famosa, además de por las iglesias es por sus muy bien conservados restos prehistóricos. Los dólmenes de Viera, Menga (muy cerquitas del centro, tanto que fuimos andando) y el del Romeral (el más grande de los tres pero también el más lejano, a unos tres kilómetros).
La verdad es que emociona entrar en ellos e imaginar que hace 5000 años algunos de nuestros antepasados levantaron estos monumentos para enterrar a sus muertos o para marcar su territorio. El motivo es lo de menos. Es la sensación de formar parte de la Historia lo que te pone los vellos de punta. Encima, la entrada es gratis. Sólo tienes que decir de dónde vienes para no sé qué estudio estadístico. Hay una visita guiada, totalmente gratis, en la que te van explicando todos los pormenores de la construcción.
A la mañana siguiente fuimos a ver El Torcal de Antequera. Nos habían dicho que fuésemos abrigados porque allí siempre hace frío. Pero como había amanecido un día espléndido en Antequera decidimos que no nos iba a hacer falta. Grave error. Menos mal que teníamos en el portaequpajes del coche un par de chubasqueros de plástico que amortiguó un poco esa desagradable sensación.
Al llegar al centro de visitantes un amable belga te explica todo lo que tienes que saber. Que hay dos rutas, una verde,muy fácil y corta, y otra amarilla, más larga y con algunos trozos de difícil acceso. Por supuesto es la más bonita de las dos, pero es complicada para niños o personas mayores.
Si como mi hija, vais buscando la foto más característica del parque, e famoso tornillo, no la busquéis en ninguno de los dos senderos, porque está antes de llegar al centro de visitantes, señalizado por un cartel que reza "Monumento Natural a 150 metros" o algo así.
En el centro de visitantes hay, entre otras dependencias, una sala de interpretación, una tienda y una cafetería. Vamos, para pasar un día completo.
Otro monumento natural de singular belleza es el desfiladero de los Gaitanes, en Álora. Conocido por las gentes de la zona como "el chorro" por la fuerza que tomaban las aguas en tiempos de fuertes lluvias antes de la construcción del embalse que regula las crecidas. Es desfiladero es precioso, pero hay que verlo desde lejos, desde la carretera comarcal que te lleva allí. Apenas hay sitio para hacer una foto. El famoso "camino del Rey" está intransitable y prohibido bajo multa de 6000 euros. Lo de la multa debe ser simbólico, porque no hay forma de llegar hasta él. Pero bueno, te haces la foto para subirla al facebook y ya ha valido la pena el viaje hasta allí. A no ser que te guste la escalada, porque en ese caso tienes la oportunidad de disfrutar a tope.

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